Durante la administración del presidente Alejandro Giammattei se inauguró una carretera de 11 kilómetros que conectaba Palín, Escuintla, con Santa María de Jesús, Sacatepéquez. Esta obra fue una de las pocas infraestructuras iniciadas y finalizadas durante su mandato, destacándose como un símbolo de progreso y conectividad para las comunidades locales. La construcción de esta carretera estuvo a cargo de la empresa 4 Carriles, SA, la cual acumuló un total de Q574.4 millones en contratos con el Estado durante el gobierno de Giammattei. El costo inicial de la carretera Palín-Santa María de Jesús fue de Q58 millones, pero por diversos factores el costo final aumentó un 67%, alcanzando los Q91.5 millones.
Sin embargo, el pasado 17 de junio esta vía colapsó debido a las fuertes lluvias que han azotado al país en las últimas semanas. Las imágenes difundidas muestran que partes del asfalto fueron levantadas, generando grandes obstáculos que impiden el acceso a ese tramo de la vía. Este colapso no sólo ha afectado la movilidad de los habitantes de la región, sino que también ha puesto en duda la calidad de la construcción y la supervisión de la obra.
La carretera también estuvo envuelta en polémica desde su concepción, pues se alegó que el presidente Giammattei ordenó su construcción porque conectaba con la finca de su familia en Santa María de Jesús. Estas acusaciones generaron un debate sobre la posible existencia de conflictos de intereses y la priorización de proyectos de infraestructura.
El reciente colapso de la carretera Palín-Santa María de Jesús se suma a una serie de problemas de infraestructura que enfrenta la región de Palín. Estos problemas incluyen el colapso en el kilómetro 44 de la carretera Palín-Escuintla y el progresivo deterioro de la ruta alterna, la antigua ruta a Escuintla. Estos incidentes han exacerbado las dificultades de transporte y han afectado la vida cotidiana de los residentes de la zona.
Ante la situación, el actual presidente, Bernardo Arévalo, visitó la zona afectada y anunció medidas para atender la emergencia. Durante su visita, Arévalo aseguró a la comunidad que en al menos tres semanas se podrían habilitar cruces alternativos, lo que permitiría restablecer parcialmente la conectividad mientras se realizan las reparaciones necesarias en la carretera colapsada.
La situación actual resalta la importancia de una adecuada planificación y supervisión en los proyectos de infraestructura, así como la necesidad de transparencia en las decisiones gubernamentales que afectan a las comunidades. La administración de Giammattei, y ahora la de Arévalo, enfrentan importantes desafíos para garantizar la seguridad y funcionalidad de la infraestructura vial del país, especialmente en regiones vulnerables a desastres naturales como las fuertes lluvias recientes.