La ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de París 2024 fue un evento trascendental que reunió a atletas, dignatarios y espectadores para celebrar no solo el final de los Juegos, sino también el legado que dejaron para la ciudad. Entre los protagonistas, tuvo un papel especial Léon Marchand, el nadador francés que se convirtió en la estrella de la competición, al recibir la Espada Olímpica en las Tullerías.
Marchand, que brilló en la piscina con cuatro medallas de oro y una de bronce, simbolizó la excelencia deportiva y el espíritu olímpico. Sus logros no sólo lo convirtieron en un destacado representante del deporte francés, sino que también encarnaron el compromiso y la dedicación de todos los atletas que participaron en estos juegos. La recepción de la Espada Olímpica, un acontecimiento lleno de simbolismo, marcó el inicio de la expedición hacia el futuro de los Juegos Olímpicos.
La ceremonia tuvo lugar en el emblemático Estadio de Francia, ante una impresionante multitud de aproximadamente 71.500 espectadores. El acto comenzó con un vídeo recordando el tiempo transcurrido desde la inauguración, recordando a los espectadores los momentos más emocionantes de la competición. El artista francés Zaho de Sagazan, acompañado por el Coro de la Academia Handel-Hendrix, ofreció un espectáculo musical que resonó en los corazones de todos los participantes.
Uno de los momentos más emotivos de la velada fue la interpretación de “Under the Paris Sky”, una canción icónica interpretada por grandes figuras como Edith Piaf. La melodía, que evoca la belleza y la historia de la capital francesa, se ha convertido en un homenaje a la ciudad donde se desarrollaron los juegos y a su rica tradición cultural.
Al evento también asistieron figuras políticas clave, entre ellas el presidente francés Emmanuel Macron y el primer ministro Gabriele Attal, quienes resaltaron la importancia de estos juegos en la promoción del deporte y la unidad internacional. También estuvo presente Tony Estanguet, presidente del comité organizador, quien reiteró el compromiso de Francia con el legado olímpico.
La ceremonia culminó con el emocionante traslado de la sede olímpica a Los Ángeles, la próxima ciudad sede de los Juegos en 2028. Esta transición simboliza no sólo el cierre de un capítulo en la historia de los Juegos Olímpicos, sino también el comienzo de una nueva época. Douglas Emhoff, esposa de la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris, acudió como representante del futuro invitado y subrayó el vínculo entre ambas ciudades y el espíritu de cooperación que caracteriza a los Juegos Olímpicos.
La conclusión de París 2024 fue más que un simple evento; Fue una celebración de la diversidad, la inclusión y el poder del deporte para unir a las personas. Léon Marchand se ha convertido en un símbolo del espíritu olímpico con su excepcional actuación y participación en la ceremonia. Mientras el mundo observa a Los Ángeles, el legado de los Juegos Olímpicos de París perdurará e inspirará a futuras generaciones de atletas y aficionados al deporte.