Guatemala debe industrializarse si quiere reducir sus altos niveles de pobreza. Debe aumentar su tasa de crecimiento económico del 3,5% al 6%, de manera sostenida. La industrialización es la única vía para alcanzar esta meta. Si Guatemala logra industrializarse, aumentará su creación de riqueza y reducirá sus niveles de pobreza.
Al mismo tiempo, aumentará sus emisiones de CO2, clasificado como un gas de efecto invernadero que supuestamente contribuye al cambio climático, un supuesto problema del que se culpa a las emisiones de CO2 (Climate.Gov).
Se están impulsando políticas y leyes para limitar las emisiones de CO2 a nivel global (Net Zero Coalition). Las advertencias suelen ser apocalípticas. En particular, la ONU señala las actividades de procesos industriales y el consumo de combustibles fósiles como la causa del cambio climático.
La industrialización es la única vía para alcanzar este objetivo. Si Guatemala logra industrializarse, aumentará su creación de riqueza y reducirá sus niveles de pobreza.
La realidad es que el CO2 sólo representa una pequeña parte de la atmósfera terrestre. Según National Geographic, la atmósfera terrestre está compuesta por los siguientes porcentajes:
Nitrógeno, 78%
Oxígeno, 21%
Argón, 0,9%
Otros gases, 0,1%
Si Guatemala aceptara las exigencias internacionales de reducir las emisiones de CO2, estaría renunciando a su derecho a lograr el desarrollo, algo que la historia muestra que sólo se puede lograr mediante la industrialización.
Our World in Data (OWD) ha publicado datos sobre la evolución de las emisiones de CO2, mientras que el Proyecto Maddison ha publicado datos sobre la evolución de la renta per cápita en el mundo hasta 2018, al igual que el Banco Mundial desde 1960 hasta la actualidad. Si observamos el crecimiento histórico del producto interior bruto y de las emisiones de CO2, tanto en términos brutos como per cápita, se pueden observar algunos patrones:
Esto tiene fuertes implicaciones. Cuando la Unión Europea y los Organismos Internacionales (OI) que financian a los países desarrollados piden a los países en desarrollo que reduzcan sus emisiones de CO2 y adopten los procesos de producción de cemento, acero, fertilizantes, electricidad, etc. que proponen los países desarrollados, están pidiendo limitar el desarrollo y mantener efectivamente los niveles actuales de pobreza en los países en desarrollo. Lamentablemente, en estos intentos políticos poco éticos, se pierde una valiosa oportunidad para los países latinoamericanos, especialmente por la pérdida de cobertura forestal, problemas relevantes como la ausencia de gestión de residuos sólidos y el deficiente tratamiento de aguas residuales.
Para Guatemala, el coeficiente de correlación entre el ingreso y las emisiones de CO2 per cápita desde 1950 se calcula en 0,93, una correlación muy fuerte. Si Guatemala aceptara las exigencias internacionales de reducir las emisiones de CO2, estaría renunciando a su derecho a alcanzar el desarrollo, algo que la historia demuestra que sólo la industrialización puede generar.
Los países desarrollados de hoy alcanzaron sus niveles de riqueza a partir de sus procesos de industrialización. Sólo lograron revertir la relación directa entre emisiones e ingreso per cápita en este siglo, en gran medida porque dejaron de tener economías industrializadas. Es importante tomar en cuenta que los países desarrollados no han dejado de utilizar productos industriales. Simplemente trasladaron gran parte de su cadena industrial/manufacturera a países en desarrollo, especialmente a Asia.
Si Guatemala quiere reducir sus niveles de pobreza, debe aplicar las lecciones aprendidas de la historia económica. Los países desarrollados de hoy lograron alcanzar niveles de riqueza nunca vistos en la historia sin ninguna intervención de organismos internacionales, sin pactos ambientales, sin todo el paquete de recomendaciones y estrategias financieras verdes que hoy provienen de los países desarrollados y sus OO. II. En vista de la historia económica, Guatemala no debería adherirse a acuerdos ambientales internacionales que limiten su potencial de industrialización y desarrollo.