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Mientras Cenk Tosun completaba un contraataque de siete contra cuatro en el tiempo de descuento, el banquillo turco se levantó para celebrar una victoria por 2-1 que selló la clasificación para la fase eliminatoria.
Era una situación caótica, pero eso fue solo el comienzo. Posteriormente, el árbitro rumano Istvan Kovacs avisó cinco veces y concedió la prórroga. el récord establecido 20 minutos antes de más tarjetas concedidas en un solo partido en una Eurocopa.
De las 18 tarjetas mostradas, 16 eran amarillas y dos rojas. Lo más curioso es que cinco de los 18 fueron otorgados a jugadores que ni siquiera estaban en el campo.
Fue, con diferencia, el partido más sucio de la historia de la Eurocopa. ¿Entonces qué pasó?
El partido empezó bien para la República Checa, que inquietó a los superiores técnicos del centro del campo turco con un sistema de presión.
Luego viene el revés: tarjeta amarilla en el minuto 11 para Antonin Barak. Kovacs castigó con razón al centrocampista de la Fiorentina por arrastrar al lateral izquierdo Ferdi Kadioglu.
Esta debería haber sido la señal de Barak de ir a lo seguro durante el resto del partido evitando entradas arriesgadas, pero el jugador de 29 años no quiso saber nada de eso.
En el minuto 20, tras recibir un hábil toque de la intervención de Ismail Yuksek, dos centrocampistas turcos alcanzaron rápidamente a Barak cerca de la línea media.
Con el balón escapándose y Hakan Calhanoglu acercándose rápidamente, Barak sacó su pie izquierdo en un intento desesperado de batir a Salih Ozcan.
Ozcan ganó la contienda y Barak se levantó dejándolo tendido en el suelo. Después de dar inicialmente la ventaja a Turquía, Kovacs interrumpió el partido por una falta y mostró a Barak su segunda tarjeta amarilla: la primera roja en la historia de la Eurocopa, batiendo el récord del ex defensa francés Eric Abidal (24 minutos contra Italia en la Eurocopa 2008). ).
La decisión dividió a expertos y comentaristas, y Andros Townsend, de la emisora británica ITV, creyó que había sido tratado con dureza.
“Esto fue aún más desconcertante. Tiene posesión del balón; “Es su acción la que atrapa al jugador turco. Siempre puedes frenarlo y detenerlo, pero al final él tiene la posesión del balón.
En cualquier caso, un jugador con la experiencia de Barak debe saber no arriesgar en el centro del campo en un partido que tiene que ganar y en el que ya ha sido amonestado.
Después de la tarjeta amarilla de Ozcan en el minuto 31, la siguiente tarjeta fue para el delantero checo Patrik Schick, que ni siquiera estaba en el campo. El jugador del Bayer Leverkusen recibió una tarjeta amarilla por disentir y se habría perdido el partido de octavos de final de la República Checa si se hubiera clasificado, ya que recibió una tarjeta amarilla anteriormente en el torneo.
Schick, el máximo goleador de todos los tiempos de la República Checa en el Campeonato de Europa, fue amonestado después de que se le viera argumentando fuertemente que Ismail Yuksek debería haber sido amonestado por una entrada violenta contra Lukas Provod, que estaba escrita en el suelo.
Minutos más tarde, el extremo de la Juventus, Kenan Yildiz, recibió la segunda tarjeta amarilla de la noche para Turquía. Después de vencer al lateral del West Ham Vladimir Coufal, Yildiz perdió el balón ante el defensa central Robin Hranac. Yildiz lanzó un sabroso desafío a Hranac, quien giró de manera bastante dramática.
Entre esa decisión y el verdadero drama que se desarrolló tras el pitido final, hubo tarjetas amarillas para Calhanoglu, autor del brillante primer gol de Turquía en el minuto 51, Mert Muldur, Vitezslav Jaros, Lukas Cerv y el portero suplente Ugurcan Cakir, que se perderá el partido. Partido de Turquía el próximo martes se jugará el partido de octavos de final contra Austria.
Cuando comenzó el tiempo de descuento al final del partido, el récord europeo de tarjetas en un partido ya había sido ampliamente eclipsado (14 tarjetas amarillas y una roja, superando el máximo anterior de 10). Pero después de que Tosun lograra la victoria, el drama realmente comenzó.
