La reciente intensificación de la política arancelaria de Estados Unidos hacia China ha generado un impacto significativo en el comercio global, especialmente en el sector tecnológico. La administración estadounidense ha impuesto aranceles de hasta el 145% a productos importados desde China, eliminando exenciones previas para artículos de menos de 800 dólares. Esta medida afecta directamente a plataformas de comercio electrónico como Temu y Shein, que han anunciado aumentos de precios en sus productos a partir del 25 de abril de 2025 en Estados Unidos.
La eliminación de la disposición “de minimis”, que permitía la exención de aranceles para productos de bajo valor provenientes de China y Hong Kong, ha obligado a estas plataformas a ajustar sus precios para cubrir los crecientes costos operativos sin comprometer la calidad. Aunque no se ha especificado el porcentaje exacto del aumento, se ha informado a los consumidores que las tarifas actuales estarán vigentes hasta el 24 de abril.
Estas acciones son parte de una táctica más amplia para apartar a China a través de pactos con otros aliados comerciales. El gobierno de Estados Unidos ha colocado tarifas del 125% sobre bienes chinos, al mismo tiempo que reduce limitaciones a las importaciones tecnológicas que impactan a compañías como Apple y Dell. También se ha instado a los aliados a decidir entre China y Estados Unidos, sugiriendo que deben dejar la Ruta de la Seda china si buscan acuerdos con Estados Unidos.
La guerra de aranceles ha generado tensiones a nivel internacional. China ha advertido sobre el impacto negativo que estas tasas podrían tener en la economía global, subrayando las posibles consecuencias para el comercio mundial. Mientras tanto, Estados Unidos mantiene su postura firme en la aplicación de aranceles, lo que ha provocado reacciones y preocupación en varios países .
La economía mundial enfrenta una creciente incertidumbre después de la implementación de un impuesto general del 10% por parte de Estados Unidos, con tarifas adicionales para naciones que tienen altos déficits comerciales con este país. La Organización Mundial del Comercio predice una reducción del 0,2% en el comercio de bienes para 2025 y advierte que un aumento en los denominados “impuestos recíprocos” podría disminuir la actividad económica mundial hasta un 1,5% o incluso un 7% si se produce una ruptura entre Estados Unidos y China. Especialistas del Instituto Peterson advierten que la política de aranceles actual podría reavivar disputas económicas internacionales similares a las de la primera mitad del siglo XX.
En reacción a las tarifas aduaneras, China ha establecido aranceles del 15% para el carbón y el gas natural licuado, y del 10% para el petróleo y equipos agrícolas de EE.UU. Asimismo, ha incorporado a algunas compañías en su “Lista de Entidades No Confiables”, comenzado investigaciones antimonopolio y aplicado regulaciones de exportación a diversos metales, como el tungsteno.
El aumento de tarifas entre las dos principales economías mundiales ha suscitado inquietudes respecto a los impactos en las cadenas de suministro global y el comercio internacional. La coyuntura actual muestra un agravamiento de la disputa comercial, con acciones y reacciones que influyen no solo en los dos países involucrados, sino también en el balance económico y político a nivel global.