La Comisión Europea, el poder ejecutivo de la Unión Europea, abrió una investigación sobre el pasado para determinar si el gobierno chino realmente estaba subsidiando su producción de automóviles eléctricos y enviando a Europa precios más bajos que sus competidores europeos.
El sector automotriz abastece a casi 13 millones de trabajadores en todo el bloque de 27 naciones, el segundo mercado más grande del mundo para vehículos eléctricos después de China. Las importaciones de coches eléctricos procedentes de China generaron el año pasado 11.500 millones de dólares, por delante de los 1.600 millones de dólares de 2020, y generaron un superávit comercial de más de 100.000 millones de euros, o 107.000 millones de dólares.
Alrededor del 37% de todos los vehículos eléctricos importados a Europa provienen de China, incluidos los automóviles fabricados por Tesla, BMW y Dacia, propiedad de Renault. Las marcas chinas representan el 19% del mercado europeo de vehículos eléctricos. Su número crece constantemente, según un estudio del Grupo Rhodium.
Sin embargo, la comisión se centró en tres importantes fabricantes chinos de automóviles eléctricos (BYD, Geely y SAIC) y todos acordaron colaborar en la investigación.