Por el contrario, en las vacas infectadas casi no hay mutaciones que representen la adaptación de los mamíferos. “Pero podría ser cuestión de tiempo”, dijo el Dr. Peiris.
Se encontró que ninguna de las mutaciones afectaba a la hemaglutinina, o HA, la proteína viral que se une a los receptores en humanos y animales. Otros estudios han sugerido que los cambios en HA son cruciales para que el H5N1 se propague entre personas y pueden preceder a mutaciones en otras partes del virus.
Pero “incluso si la HA no ha cambiado, hay otras mutaciones que podrían ser motivo de preocupación”, dijo Agustina Rimondi, viróloga del instituto de virología INTA-CONICET de Buenos Aires, quien realizó el análisis genético.
Cada infección le da al virus nuevas oportunidades de evolucionar y adquirir mutaciones que podrían permitirle infectar a las personas más fácilmente, afirmó.
Entre las mutaciones encontradas en los virus de los mamíferos marinos se encuentran dos, D701N y Q591K, que alteran una enzima que el virus necesita para replicarse. Se cree que ambas mutaciones son alternativas a otra mutación llamada E627K, que se cree que es un cambio clave necesario para que el virus infecte a los mamíferos.